DISFRUTANDO DE LA VIDA

LA LUCHA CONTRA LA INJUSTICIA

20.07.2014 12:34

Siempre he admirado que un estudioso de las ciencias, como Juanjo Gómez Cadenas aportara algo a la literatura, escribir es sin duda una aventura, y lo que él relata en la novela es precisamente eso, una aventura. Spartana es un reflejo del pasado en un futuro aparentemente no muy lejano, plasma una sociedad dividida entre privilegiados y esclavos o sometidos.

  • En esta sociedad ¿Cuál es el rasero que mide a unos y a otros?

- El rasero que mide a unos y a otros es básicamente el privilegio de casta, ahora que está tan de moda esta palabra; pero realmente las cartas están marcadas, y es lo que pone los pelos de punta, si tú naces en una familia VIP, eres VIP, da igual que seas mediocre o medio tonto; si naces en el seno de una familia pobre tú capacidad de evolucionar es casi nula. Y esa es una de las grandes diferencias con nuestar sociedad, que también es compleja pero hay movilidad; en una sociedad como la americana, a pesar de sus dificultades no es imposible migrar de una clase a otra, es más complicado de lo que parece.En esta sociedad futura no lo es, de hecho Vega, la protagonista, quiere salir de la trampa porque ella es inconformista, y no puede porque básicamente es imposible moverse entre castas, ese es el gran rasero, está marcado todo.

  • Aquí el mundo se ha repartido entre Rusia y una Federación Angloamericana ¿Está basado en un reparto equitativo del poder? ¿Por qué no América y Europa?

- Aquí hay dos extrapolaciones. Una se da por la política actual; para empezar hay que entender Rusia, la gran madre Rusia, siempre ha tenido mucha capacidad de influenciar a Europa, y después de estar una temporada bajo mínimos vuelve a retomar sus viejos músculos. Europa tiene pocos recursos y Rusia e smás rica, después de esta crisis que planteo domina a Europa.
Por qué pongo a los Anglos junto a América, esto es un pequeño homenaje a Orwell, quien en 1984 imagina que Inglaterra está unida a América, Orwell como Verne son mis dos referentes en esta novela, está toda llena de reconocimientos a ellos.

  • A Verne lo reconoces con Miguel Strogoff.

- Naturalmente, es explícito. Y me alegra mucho que seas una de las periodistas que lo ve sin que yo se lo diga. Strogoff está directamente reconocido llevando la trama a Siberia.

  • Hablando de los nombres, me vas a perdonar, los nombres de Alberta, Kamchatka, me recordaban al juego del Risk. Y esta especie de olimpiadas tiene tintes griegos. El mensaje que se transmite, ¿tiene que ver con los valores militares de aquella época?

- No tanto, digamos que lo que la Spartana, que tiene más enlace con el mundo romano que con el griego, es la última reedición del "Panem et Circensem", es un negocio-espectáculo que sirve para tener a la gente contenta y ocupada delante de su 3D y ha sustituido al fútbol, en cuantyo es un deporte más espectacular, mucho más fácil, y tiene su dosis de crueldad que es más importante.
Spartana es un gran deporte, deporte-espectáculo para todos menos para los rusos, que es motivo de orgullo nacional, una cuestión de estado.

  • La Ateniense se desarrolla en Tera, en Santorini, lugar que para algunos historiadores fue la Atlántida ¿Qué simbología tiene para tí?

- Bueno, yo escribí ese capítulo en Santorini, es una isla preciosa que me ofrecía los paisajes que yo quería reflejar; la carrera que hace Vega por el mismo borde del acantilado. Y también reflejo, introduzco al lector en este mundo de los ricos porque es propiedad suya. La cosa está en que me gusta describir un paisaje que controlo muy bien.

  • La frase "El truco para resistir el sufrimiento es no tenerlo en cuenta, no dejar que se adueñe de tus sentidos", ¿es un pensamiento que sirve no sólo para el dolor físico sino también para el moral?

- Esa es una de las claves, además me asombra con qué precisión te has leido la novela. Sí, toda novela tiene una evolución de los personajes, Vega es una muchacha inocente que intenta encontrarse a sí misma, alguien que intenta entender las claves. Esa frase ha sido siempre, de alguna manera, una de las revelaciones que para mí significó hacerme mayor, comprender que el dolor no es sólo físico; me pasó como a Vega, yo soy deportista: corredor, nadador, y de joven, efectivamente, uno piensa "Cuando entrene más no me dolerá" y luego te das cuenta de que para lo único que sirve entrenar es para aguantarse. Crecer en la vida significa eso mismo, aprendes que hay precios que hay que pagar.

  • La modificación genética de los humanos, ¿se plantea como una cuestión que podría hacerse real? ¿Con qué fines? ¿Con los mismos que surgen en la novela?

- Fíjate que todo avance científico es un instrumento que puese ser utensilio o arma, depende del uso que se le dé. Tú puedes hacer una mutación genética con fines estéticos, curar el cáncer, erradicar todo tipo de enfermedades, pero también puedes pensar en crear una raza de superhombres o supermonstruos, eso está en nuestras manos, y es uno de los grandes elementos que yo quiero plantear en mis trabajos, la ciencia te acerca al poder de los dioses, pero conlleva una tremenda responsabilidad.

  • Lo que demuestra al final es que la esperanza es lo último que se pierde ¿Cuántos caminos hay hacia la libertad y la felicidad?

- Infinitos. Ahora bien, en la novela yo hago una apuesta y es que en este mundo tan dominado, esta autocracia, el bastión es una ciudad científica, Alberta, situada en la Antártida que es el último continente virgen, imagino que allí se crea una nueva Atenas de valores humanistas y científicos como el bastión, el Nautilus que lucha contra la injusticia; a pesar de ser pequeña, tiene tantos recursos tecnológicos y tanta capacidad.

  • En este caso hay una relación entre los principios científicos de la novela y tus estudios actuales.

- Indudablemente, yo como científico siempre hablo de lo que entiendo, entonces esto me acerca más a Verne que a Asimov, pues Verne lo que hacía era extrapolar a corto; cuando él crea el Nautilus es cuando el submarino está a punto de inventarse, y yo lo  que intento en la novela es hacer algo que tenga que ver con la ciencia que conozco o que trabajo con ella, que sea factible y evocador.
Yo he querido hacer una novela que sea leible para muchos jóvenes, y en España no hay que olvidar que el gran público son las mujeres, yo quiero que sirva lo mismo para la hija que para la madre.


Y hasta aquí esta animada conversación entre un hombre de ciencia y una mujer de letras, una combinación magistral, aunque esté mal que yo lo diga. Si os gustó Los Juegos del Hambre no dejeis de leer Spartana, el lado humano de la lucha contra la injusticia.

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